Adriana es una niña de 10 años que vive en una institución de acogida ya que no tiene padres. Este es precisamente el mayor de sus sueños que parece difícil que pueda verse realizado ya que los adultos que pasan para adoptar por el lugar en el que ella vive, buscan un bebe recién nacido.
Pero, a pesar de ello la vida de Adriana trascurre en un ambiente positivo por el cariño que le proporciona la persona que se ocupa de su formación.
Adriana adora bailar, y todas sus alegrías, nostalgias, fantasías y sueños se manifiestan a través del baile y el movimiento que se convierte en su vía de escape y, finalmente, en el detonante para que su sueño se vea hecho realidad.
Un montaje lleno de ternura y amabilidad en el que se refleja una realidad social que pasa inadvertida. Asistimos a unas vidas en las que las personas que no tienen casi ni para comer se esfuerzan en ser y hacer felices a otras.
El espectaculo es una simbiosis perfecta entre el texto, el juego dramático y el lenguaje del movimiento y la danza contemporánea, no como recurso estilístico sino porque su contenido e incidencia en el desarrollo de la acción son fundamentales. Así pasamos de la interpretación a la danza o viceversa, orgánicamente, sin ningún tipo de extrañeza, fricción o ruptura.
El humor está presente como lo está en la vida real, sin pretensiones artificiales, con la ingenuidad y autenticidad de los niños.